¡NO COMPRES, POR FAVOR!

¡No compres mis programas!


Si los compras, no van a funcionar.


Tienes que invertir en ellos.


No es lo mismo una compra, que una inversión.


Cuando compras, intercambias dinero por un producto o servicio que satisface una necesidad inmediata.


Vas al McDonalds’, pides un combo gigante y un milkshake, pagas $20, te lo comes, disfrutas, llenas la panza y se acabó.


En cambio, cuando inviertes pones tu dinero a trabajar para que te genere beneficios crecientes a largo plazo.


Esto es muy importante, porque cuando inviertes te comprometes.


Y quédate con esta palabra: compromiso, porque hablaremos más adelante de ella.


Lee atentamente estos 5 puntos para que entiendas por qué no deberías comprar mis servicios o productos.

1. No compres, invierte

Te voy a contar una historia.


Siempre fui muy emprendedor y a lo largo de mi vida, creé muchos proyectos y servicios. Pero siempre tuve el mismo problema: no sabía vender.


Cuando monté The Dream Maker, estuve un año sin conseguir ningún cliente, chupándome los ahorros que había conseguido juntar.


En todo este tiempo no me faltó:

✅ Confianza

✅ Disciplina

✅ Perseverancia

✅ Fe

✅ Determinación

✅ Servicio


Pero no era suficiente, pasé un año sin resultados, intentándolo a mi manera.


Después de casi un año dándome de cabeza contra la pared, me encontraba en la siguiente situación:

☢️ Poco dinero → Había consumido gran parte de mis ahorros

☢️ Poco tiempo → Tendría que comenzar a buscar un trabajo

☢️ Poca energía → Un año sin resultados me había consumido


En este escenario, una persona normal hubiera mandado todo a tocar por saco y buscado un trabajo para enderezar su vida.


En mi caso, mi decisión fue la siguiente:

🚨 Invertir más dinero

🚨 Invertir más tiempo

🚨 Invertir más energía



Si tenía que vender mi coche para que esto ocurriese, estaba dispuesto a hacerlo, esta vez había quemado todas las naves (si no conoces esta analogía te recomiendo que la busques por Google, te puede resultar muy inspiradora).


Cuando tienes un propósito claro y estás determinado, todo se alinea para que las cosas ocurran


No quiero engañarte, esto parece mucho más mágico de lo que es, pero por el camino hay muchas decepciones, frustraciones y algunas lágrimas.



Busqué un profesional que pudiera ayudarme, y lo encontré.


Sus servicios, me costaron un riñón, te prometo que estuve 2 semanas pensando si lo contrataba, puesto que si lo hacía, tendría como mucho 3 meses más de vida, antes de que tuviera que cerrar todo y aceptar cualquier trabajo.


Pero como te he dicho, yo estaba dispuesto a todo.



Gracias a su trabajo, en menos de 3 meses me transformé de un tipo que nunca supo vender ni una barra de pan, a tener un negocio rentable, sólido y estructurado.


Esto sólo refuerza mi teoría de que si quieres resultados: tienes que invertir y en ti.


¡Para todo en la vida!

2. No consigues hacerlo solo

Mira, hubo una persona que estaba interesada en mi mentoría de Productividad y Gestión del tiempo, y estuvimos conversando un buen rato.


Al final, llego ‘la dolorosa’, es decir, la cuenta, o lo que es lo mismo, el precio.


A nadie le gusta hablar del precio, creo que ni al que vende ni al que compra o invierte.


Pero en la contratación de un servicio o la compra de un producto, es inevitable llegar a este final.


Cuando esta persona supo el precio, su respuesta fue:


“Gracias, pero no me interesa, por ese precio puedo hacer varios cursos con certificado.”



Primero, que si estás interesado en engordar tu CV, mis programas no son para ti.


Sólo si tienes interés en tu propio desarrollo personal, y por consiguiente profesional, funcionarán.


Segundo y más importante: cuando contratas mis programas de mentoría o mis productos, no sólo estás pagando por el conocimiento (lo que un curso, libro o vídeo puede ofrecerte), estás pagando por: conocimiento, implementación, acompañamiento y soporte.


¿Qué quiere decir todo esto?


Puedes hacer un curso, o comprarte un libro sobre productividad y gestión de tiempo. Hay miles de ellos, y algunos son muy buenos.


Pongamos como ejemplo el libro de ‘Hábitos Atómicos’.


Este libro es sensacional, lo tengo en lo más alto de mi altar de productividad. Si aplicases todos y cada uno de los conocimientos que hay en él sería suficiente para cambiar tu vida radicalmente.


Pero no lo consigues.



Si un libro, un curso, un podcast o un vídeo fuese realmente efectivo, con sólo haber uno bueno, como por ejemplo ‘Hábitos Atómicos’, sería más que suficiente, no haría falta que se escribieran y publicaran más.


Si hubiese un curso infalible sobre una cuestión específica, sólo se vendería ese, de nada serviría que muchas otras personas desarrollaran y publicaran cursos.


Pero si hay miles de cursos, libros, podcast, vídeos y demás materiales, es porque a pesar de que el conocimiento es muy válido, las personas no consiguen aplicarlo.



En definitiva:

No necesitas un nutricionista, hoy en día hay muchas dietas efectivas gratis en internet.

No necesitas un personal trainer, hoy en día hay muchos entrenamientos válidos gratis en internet.

No necesitas un terapeuta, hoy en día hay muchos libros, cursos y podcast que si aplicaras lo que te dicen, solucionarías el 99% de tus problemas.


Pero estas profesiones siguen y seguirán existiendo porque estas personas no sólo ofrecen conocimiento, sino implementación, acompañamiento y soporte.



Hoy, soy un Titán de la productividad, gestión de tiempo y hábitos, además de conocer el camino para descubrir tu propósito.


Llegar a este punto me ha costado cientos de cursos, libros, mentorías y experimentos durante más de 8 años.


Cuando me caí, me levantaba sólo.

Cuando me perdía, perdía mucho tiempo en encontrar la salida.

Cuando salía herido, tenía que esperar a que cicatrizara para poder continuar y aguantar el dolor.

La diferencia con mi programa es que si te caes, yo te ayudo a levantarte más rápido.


No te vas a perder, porque yo soy tu GPS.


Y si te hieres, puedo hacerte un curativo para que cicatrices rápido y además te doy analgésicos para que no te duela.

¡Ese es el valor de mi trabajo!


A mí me costó más de 8 años, a ti te puede costar tan sólo unos días.

3. Aprende a Invertir

Te dije que había contratado un mentor para hacer despegar The Dream Maker, ¿Recuerdas?


Bueno, pues si viese esta parte, me va a tirar de las orejas.


Así que por favor, no le cuentes nada de esto. 🤭



Mi mentor, desde el principio me dijo: ‘Isra, nunca se justifica tu precio.’


Es lo que vengo hacer ahora, aunque no exactamente.



Te explico:


No voy a decirte ni desglosarte, por qué vale lo que vale el precio de cada programa.


En realidad, me da un poco igual lo que pienses al respecto, mi precio realmente no lo justifico (a pesar de que acabo de decirte que venía a hacerlo).


Mi intención, nuevamente, es que veas esto como una inversión.


¿Y qué es lo que hace un inversor antes de invertir? → Cálculos.


El inversor necesita entender que va a hacer una buena inversión (a pesar de que en cualquier inversión siempre hay un riesgo intrínseco), y cuál es su potencial de retorno (beneficios).


Así que vamos a ponernos manos a la obra.


*Por cierto, me encanta el mundo de las inversiones y soy inversor, así que sé muy bien de lo que te estoy hablando.



Perder oportunidades es perder tiempo y como bien se suele decir: el tiempo es dinero.


¿Sabes cuánto vale todo el tiempo que pierdes?


Puedes calcularlo con la fórmula que creé para que mis mentorados consiguieran medir el valor de las oportunidades que pierden:

VHP = ( VHA * 2) P

VHP → Valor de tu Hora Perdida

VHA → Valor de tu Hora Actual

P → Potencial (Tú Potencial)


¿Todavía no lo entiendes?



Sustituye el VHA por el valor de tu hora de trabajo actual.


Divide tu salario entre todas las horas que trabajas al mes (las que te pagan obvio, si haces extras y no te las pagan ese es otro problema).


Si no tienes actualmente trabajo, utiliza el valor del último trabajo que realizaste.



¿Por qué multiplicas x2?


Cuando pierdes una hora, pierdes dos veces:


1. El tiempo que malgastaste.

2. Lo que podías haber ganado aprovechando el tiempo.



¿Y tu potencial?


Va a depender un poco de tu autoestima, pero basado en la proezas que el ser humano ha conseguido, mi teoría es que nuestro potencial latente e innato, siempre es el cubo, es decir, 3.


Piénsalo antes de que Steve Jobs, Elon Musk o Warren Buffet llegaran donde lo hicieron, comenzaron en le mismo lugar en el que estás tú.


Pero para facilitarte el cálculo y si no te lo terminas de creer te propongo 3 alternativas:

3 → Si tienes un buen autoestima y crees en tu potencial.

2 → Si tienes un autoestima digamos que normal.

1,5 → Si tienes bajo autoestima


(*Si crees que tu potencial no vale ni la potencia de 1,5 de ti mismo, por favor, busca un terapeuta, y no te lo estoy diciendo en broma)



Pongamos que el valor de tu hora es de $8. Vamos a ver el resultado de esta ecuación con las 3 posibilidades de tu potencial:

Cálculos -> ($8 * 2) 1,5 = $64 ; ($8 * 2) 2 = $256 ; ($8 * 2) 3 = $4.096

Dicen que el tiempo es algo que no se puede comprar ni vender.


Pues mira, yo lo vendo. ¡Porque me gusta llevar la contraria! 😈


No se puede comprar el tiempo que pasó, pero si se puede comprar el tiempo que está por venir.



¿Cómo?


Aprendiendo a aprovecharlo, gestionarlo y usarlo de forma productiva.


Mis programas de Productividad, Gestión del Tiempo y Hábitos, están enfocados para que ganes tiempo y aproveches ese valioso bien, tan limitado del que todos disponemos.


Así que, sea cual sea el programa o producto con el que quieras trabajar conmigo, si te parece caro, quiero que cojas esta fórmula te la apliques a tu realidad y después la dividas entre el costo de mi programa.



Ejemplo:


Digamos que un programa cuesta $640. (*Pongo este número para facilitar el cálculo)


Y tu cálculo del valor de tu hora perdida ha sido el $64 como en el primer ejemplo.


En el momento en que hayas conseguido aprovechar/ganar 10 horas que antes malgastabas (y esto lo puedes conseguir tranquilamente en 1 o 2 semanas), el valor de tu inversión ya ha tenido el retorno del 100%.


Todas las horas que ganes o aproveches a partir de ese momento en adelante, ¡Es pura rentabilidad y beneficio!


Si con uno de mis programas ganas 1 hora al día (que por cierto hay uno especializado en eso), significa que al final del año, el retorno de tu inversión habrá sido de: $22.710.


365 (horas) X 64$ (tu valor hora perdida) = $23.360


$23.360 (las horas ganadas) - $650 (tu inversión) = $22.710 (beneficio total)



¿Lo entiendes?


Por eso, no mires lo que que te cuesta, mira lo que vas a ganar.


¿Si yo te dijese que si me das hoy $2.000 en un año te devolvería $15.000 no realizarías esa inversión?


Seguro que sí, incluso si estás lejos de tener los $2.000, te las arreglarías para pedir un dinero prestado a tus amigos o familia.



En cualquier inversión que hagas en la vida, tienes verlo de esta forma.


¡Busca siempre cuál es el retorno de tu inversión!

4. Compromiso

¿Recuerdas que te dije que hablaríamos del compromiso?


Pues este es el momento.


Grábate esto a fuego para toda la vida:


”Cuánto estás dispuesto a invertir en ti, define tu compromiso.”



Eso quiere decir que según lo que estés dispuesto a invertir en ti, va a definir el compromiso que tienes contigo mismo y tu crecimiento.


Si tu compromiso no es el 100%, no lo vas a conseguir.


Te cuento esto por que muchas personas me contactan inquietas por su desarrollo y quieren hacer algo para potenciarlo y mejorar su calidad de vida.


Hasta ahí genial, pero cuando perciben que necesitan comprometerse 100% y no hay otra salida, huyen despavoridas.


Y ese compromiso es a todos los niveles: físico, emocional, mental, económico e incluso espacio/temporal y espiritual.



¿Recuerdas que anteriormente te conté que cuanto menos dinero tenía hice una gran inversión en mi proyecto?


Tenía suficiente dinero guardado para aguantar un año más, y si invertía en mi proyecto contratando un mentor, en lugar de quedarme 12 meses de vida, me quedarían tan sólo 3.


No te lo voy a negar, me temblaron las piernas, pero mi compromiso conmigo era tan grande, que al final lo realicé.



El problema al final no es el precio, es el esfuerzo.


Si quieres y necesitas algo, y sabes que te va a ayudar a crecer lo puedes comprar aunque no tengas dinero, en la mayor parte de los casos.


Si vale $1.000 y en ese momento sólo tienes $200, puedes negociar la compra y comprometerte a pagar X valor mensualmente.


Sí de verdad estás comprometido, lo consigues.


Ahora, si piensas en el trabajo que te va a dar ganar esos $1.000 que vas a invertir, y lo qué podrías hacer con ellos (comprar un PlayStation 5 y pegarte un buen final de semana viajando), te estás olvidando de lo más importante: tu compromiso contigo mismo y tu crecimiento.



Si no estás comprometido al 100% en tu desarrollo, yo poco tengo que hacer.


Al final, vas a hacer mis programas y te vas a frustrar porque no obtuviste los resultados deseados.


Y sin querer quitarme la responsabilidad, te diré que el 99% de los resultados que obtengas, dependen de ti.


Pero no sólo con mis programas, con cualquier cosa que hagas en la vida.


→ De nada sirve que vayas a un médico, si no aplicas la solución que te prescribe.

→ De nada sirve que vayas a un terapeuta, si su tratamiento te resulta incómodo y no estás dispuesto a hacer lo que te sugiere.

→ De nada sirve que contrates a un personal trainer, si no tienes ninguna disposición para sudar la gota gorda en sus entrenamientos.

→ De nada sirve que vayas al nutricionista, sí no estás dispuesto a parar de comer en el McDonalds’.

→ Y así, suma y sigue…


Todo depende de tu compromiso, y eso requiere: valentía, humildad, perseverancia y madurez.


Da igual que te compres la mejores zapatillas, la camiseta que mejor transpira o las barritas de proteínas que más energía te dan, al final, terminar la maratón depende de tu compromiso y determinación.



Así que si no estás comprometido al 120%, por favor, no inviertas en mi trabajo. Ahórrate y ahórrame una gran frustración.


Te lo diga de verdad, no contrates mis programas.


Quiero ganar dinero, sí, ¡Y mucho! Pero no a cualquier costo.


No quiero tu dinero si realmente no consigo ayudarte, y sólo puedo ayudarte si tú estás dispuesto a ayudarte a ti mismo.

5. Garantía

Entiendo perfectamente que antes de hacer una inversión siempre surgen dudas: ¿Realmente vale la pena? o... ¿Obtendré resultados?


Si te surgen estas dudas conmigo, tranquilo, es natural e incluso es bueno que las tengas, sino probablemente serías una persona imprudente.



Si tu compromiso es del 100%, que sepas que el mío contigo es del 120%.


¡Porque sí! ¡Porque soy así!


Eso quiere decir que estoy tan comprometido con tus resultados, y tan seguro de mi método, que si mis programas no dan el resultado deseado en el tiempo prometido, me quedo contigo hasta que lo consigas.


Cada uno de mis programas tienen una duración determinada de X sesiones, pues bien, si en ese tiempo no has mejorado tu productividad, gestión del tiempo y hábitos, o has encontrado tu propósito (es otro de mis programas): te acompaño hasta que lo consigas sin ningún costo adicional.


Seguiremos realizando sesiones hasta que consigas tu transformación.


¡Este es mi COMPROMISO y GARANTÍA contigo!